Introducción

La doctrina de la Gracia Común responde a cuestionamientos derivados del hecho de que estando el mundo bajo la sentencia de condenación a consecuencia del pecado y la depravación – con excepción de los elegidos que han sido rescatados soberanamente con la gracia salvadora o gracia especial de Dios – preguntamos entonces: ¿Cómo se explica la vida relativamente ordenada de las sociedades?, ¿por qué es que la tierra produce frutos y alimento en abundancia, y no sólo cardos y espinas?, ¿cómo es que el hombre no redimido diferencia entre el bien y el mal y es capaz de realizar acciones y desarrollos nobles, buenos y útiles?, ¿cómo es que los no regenerados muestran bondad, solidaridad y compasión por los demás y llevan vidas públicas virtuosas?, y otras preguntas similares.

La respuesta está en la gracia de Dios, en su compasión y misericordia hacia la humanidad entera y hacia la creación en general. Es necesario diferenciar entre la gracia especial cuyo propósito es la salvación del pueblo de Dios, y la gracia común como expresión de la misericordia de Dios, igualmente inmerecida, que se derrama a favor de la humanidad entera “sobre justos e injustos”, pero que no está en función de sus propósitos salvíficos. Estas dos expresiones de la gracia en realidad son aspectos del mismo inmerecido e inefable amor de Dios por su creación, pues él no la ha abandonado; antes la gobierna y bendice.

1. ¿QUÉ ES LA GRACIA COMÚN?

“Es la gracia de Dios mediante la cual él da a las personas innumerables bendiciones que no son parte de la salvación.“ (W. Grudem, Teología Sistemática)

“Cuando hablamos de la gracia común estamos hablando de la inmerecida bondad de Dios hacia todas sus criaturas sin tomar en cuenta el aspecto de su salvación. La doctrina es que Dios ama a su creación en general y expresa este amor derramando múltiples bendiciones sobre ella. Hay teólogos que prefieren llamarla bondad común.” (Lo que Creemos los Cristianos, G. Nyenhuis)

“La gracia común aparece en las bendiciones naturales que Dios derrama inmerecidamente sobre los hombres en la vida presente, a pesar de que el hombre las ha desperdiciado y se encuentra bajo sentencia de muerte. Debe acentuarse que estas bendiciones naturales son manifestaciones de la gracia de Dios para el hombre en general.” (Teología Sistemática, L. Berkhof)

2. LAS RAZONES Y MEDIOS DE LA GRACIA COMÚN

W. Grudem propone cuatro razones de ser de la gracia común: a) Que los que han de ser salvos tengan oportunidad de responder al llamamiento eficaz de Dios, b) mostrar la bondad y misericordia divinas, c) es una demostración de la justicia de Dios, llamando al pecador al arrepentimiento antes de que venga el juicio, y d) para que la gloria de Dios se manifieste en todas las actividades de todos los seres humanos en todas las esferas, aunque sea de manera imperfecta.

Los medios por los que se opera la gracia común según G. Nyenhuis son: a) reprimir la maldad y perversidad de la naturaleza humana, evitando la depravación desenfrenada, para hacer posible la convivencia entre los hombres; b), los efectos de la Palabra en los creyentes son una bendición para las comunidades enteras, a través de esta obra del Santo Espíritu; c) los valores y conceptos cristianos se hacen presentes en el orden social, en los estados, rescatando valores y derechos universalmente aceptados por la influencia del cristianismo; d) los gobiernos son, a pesar de su corrupción, otra expresión de la gracia común para el orden, el derecho y la justicia; e) el equilibrio de la naturaleza y la regularidad de sus ciclos son también muestras del amor y fidelidad de Dios, como manifestaciones de la gracia común.

3. TRES OPERACIONES DEL ESPÍRITU SANTO EN EL NO ELEGIDO (Edwin W. Palmer)

A. Freno del pecado. Dios envía su Santo Espíritu para impedirle que de rienda suelta a sus malas inclinaciones. Este mundo es tolerable y habitable porque el Espíritu impide que los hombres lleguen continua y desenfrenadamente a excesos pecaminosos.

a) Si las personas persisten en el mal, Dios les entrega a una mente reprobada para hacer lo que no conviene (Ro 1:28). El Espíritu se aparta de ellos: Saúl (1 S 16.14); Israel (Is 63.10) Asaf (Sal 81: 11,12)

b) La mayoría de los hombres no cae en esas profundidades porque el Espíritu no se lo permite. “Los gentiles que no tiene ley, cumplen por naturaleza lo que la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Estos muestran que llevan escrito en su corazón lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues sus propios pensamientos a veces los acusan y otras veces los excusan.” (Ro 2.14,15)

c) Resistir al Espíritu es causa de condenación (Defensa de Esteban en Hch 7:51). Los apóstatas (Heb 6.4-6)

d) El Hombre de pecado es detenido en 2 Tes 2.4-7

B. Estímulo para hacer el bien. A pesar de su naturaleza totalmente corrompida, por la gracia del Espíritu Santo, el hombre no regenerado tiene actitudes y acciones que formal y externamente reciben la aprobación de Dios.

a) A pesar de la bondad y beneficio de estas acciones que el Espíritu motiva en los no redimidos, éstas no son “buenas obras” en el sentido de la Biblia.

b) Las buenas obras que “Cristo preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” tienen tres características, pues son actos de gratitud del hombre que ha sido justificado: Se realizan con fe verdadera, conforme a la ley de Dios y se aplican solamente a su gloria.(Catecismo de Heidelberg pregunta 91)

c) Bien relativo vs bien verdadero; bien cívico vs bien espiritual. Ejemplos: Jehú (2 R 9.1 a 10.30), Joás (2 R 12.2); en el NT “Los pecadores hacen lo mismo” (Lc. 6:33); Los gentiles que no tienen ley (Ro 2.14)

d) Todas estas acciones del Espíritu en la humanidad están dentro de la providencia de Dios y estamos muy agradecidos, pues gracias a ellas la vida no es sólo llevadera sino muy rica y progresista en muchos sentidos.

C. Dones para la cultura (sojuzgar la tierra). Estos dones proceden del aliento de vida que el Espíritu puso en el hombre, pues ese aliento es el origen del alma, de la mente y de las facultades intelectuales y emocionales. “Dios ha permitido una buena medida de habilidad en esferas artísticas y musicales, así como también en otros campos en las que se pueden expresar la creatividad y la destreza, tales como el atletismo, el arte culinario, la escritura y cosas similares. Además, Dios nos da la capacidad de apreciar la belleza en muchas esferas de la vida. En esto como también en el campo físico e intelectual, las bendiciones de la gracia común son a veces derramadas sobre los incrédulos con más abundancia aun que sobre los creyentes. Pero en todos los casos es un resultado de la gracia de Dios.” (W. Grudem, Teología Sistemática p 692)